Lágrima seca

El vacío donde los tres amigos flotaban, era alumbrado por las llamas de las tres plumas de fuego, cada uno de ellos la poseía en su mano derecha, observándola, sabían que había alguien cercano que también la había recibido, pero allí no había nada. La sensación de no estar sujeto a nada y no caer, no podía describirse, notaban como si no estuvieran vivos o como si estuvieran perdiendo la vida, la mente les quedaba en blanco y no podían pensar en nada.

-Deberíamos intentar movernos -reaccionó Nicko-, es relajante, pero triste este lugar.
-No se me ocurre nada -contestó Niadel mirando su pluma de fuego.
-A mí tampoco -sonrió Nicko-, al menos esto no está a oscuras.
-¿Qué importa ello? -Preguntó Zanguetsu-, no hay nada aquí, no puedes ver nada.
-Os veo a vosotros -contestó Nicko-, ¿Cómo puede haber alguien o algo en la nada?. Nosotros estamos.
-En realidad no sé que es este lugar -contestó Zanguetsu.
-Siento ser aire -comentó Niadel-, pero aquí no soy nada, soy algo que no existe en mitad de algo inexistente.
-Niadel -interrumpió Nicko-, desvarías, ¿Estás bien?
-¿No lo ves? -Contestó Niadel-. ¿Puedes sentirlo?
-No sé lo que siento -sonrió Nicko.
-Y menos aún lo que explicas Niadel -, prosiguió Zanguetsu.
-Pensarlo bien -contestó Niadel-, Nicko tiene razón, no puede haber algo o alguien en la nada, nosotros estamos aquí, pero hay nada, este lugar no puede existir.
-¿Eso qué quiere decir exáctamente? -Preguntó Nicko.
-Que no estamos aquí, no estoy seguro, pero quizás esto tan solo sea un sueño -explicaba Niadel-, algo ilusorio donde realmente no estamos y, por lo tanto, en ello no existimos porque no puede existir un lugar como este, donde estuvieramos vivos.
-Deberías descansar Niadel -sonrió Nicko-, Zan, ¿Qué le pasa?- Preguntó al oído de Zanguetsu.
-No estoy seguro, quizás se haya trastornado -contestó al oido de Nicko-, pero es verdad que no puede existir un lugar como este y que estemos vivos aquí, algo se nos escapa.
-Lo ultimo que pudimos ver ella aquella cueva -explicaba Niadel-, con la tímida luz blanca, y luego ese círculo se iluminó, ¿Qué podría haber pasado?
-¿Insinuas que fuera una trampa? -Preguntó Zanguetsu-. Quizás nos desmallamos por lo que fuera aquella luz que nos rodeó.
-¿Y si fuera una puerta? -Preguntó Nicko-. Ese círculo, quizás nos transportara a este lugar, algo no conocido, un lugar sin reglas y por ello estemos aquí aunque no exista nada en él.
-Será cuestión de tiempo -contestó Niadel-, creo que tan solo debemos despertar, ver lo que hay aquí realmente ,ó, en la cueva en la que estábamos.
-Puede que nuestras plumas de fuego sientan la presencia de la de Black Wolf -explicaba Zanguetsu-, ahora parece que se aleja, su llama se difumina.

La nada se oscurecía tras la disipada luz de las plumas de fuego, poco conseguían sacar en claro y Nicko no quería permanecer más tiempo allí, él sabía que no era un sueño, aunque no cómo salir de allí. Sin pensar nada más, decidió que no quería quedarse en la oscuridad de la nada con, posiblemente, Black Wolf cerca de ellos, su reecuentro había sido demasiado hostil. Por si les encontraba, no quería ser visto, y así, deseándolo, hizo uso de su poder oculto, era un lugar perfecto para esconderse en las sombras, aunque allí no había ni sombras.

-¿Nicko? -Preguntó Niadel-. No es momento para esconderte.
-No deberías usar tu habilidad por diversión -prosiguió Zanguetsu.
-No chicos -contestó Nicko-, no estoy jugando, deberíais relajaros un poco, ¿Eh?
-Creo que estoy demasiado relajado -contestó Niadel-, y eso no me gusta.
-¿Aún no lo entendéis? -Preguntó Nicko-. Cuando dijísteis que quizás Black estuviera cerca, no me apetecía que me viera, como antes -sonreía Nicko-, pero solo pude esconderme en las sombras, en la cueva, con la luz blanca, no pude; aquí no hay sombras porque no hay luz, hay nada como hemos dicho, ¿Cómo creéis que he podido esconderme?
-Quizás tu habilidad abarque más que esconderte en las sombras, o le estés sacando mayor probecho -contestó Zanguetsu.
-Pudiera ser, si no fuera porque estoy viendo un pequeño camino iluminado -explicaba Nicko-, aunque no consigo ver nada más.
-¡Bien Nicko! -Gritó Niadel-. Entonces es cierto eso de que no estamos en la nada, guíanos.
-¡Sí! -Contestó Nicko- ¡Aquí!

Así, Niadel y Zanguetsu siguieron el sonido de su voz, una vez sobre el camino, ellos sentían caminar sobre él, la sensación de flotar se había esfumado; pero el camino acababa, hacia la dereche continuaba, hacia la izquierda también, pero ya no escuchaban la voz de Nicko, que, tras la eufória, había corrido demasiado.

-¡Nicko! -Gritó Niadel.
-Nos hemos quedado atrás -contestó Zanguetsu-, no está aquí, no siento su presencia cerca y no podría decir por donde continuar.
-¿Qué hacemos? -Contestó Niadel.
-Probaré algo que estuve experimentando -contestó Zanguetsu.

Su experiencia con su poder oculto, le había dado que pensar, quizás su habildad no se basara tan solo en la telepatía, sino, abarcara más poder mental. Concentrándose en algo que ya había experimentado, usando la pluma de Nicko para sentir dónde estaba, junto con su poder, intentó ver el lugar exacto y el camino que había tomado Nicko, al menos, con el menor error posible. Pero el intento fué fallido, comenzaban a tardar demasiado tiempo en salir de allí, y el camino parecía derrumbarse bajo sus pies.

-Nicko -habló Zanguetsu por telepatía-, ¿Dónde estás?
-¿Eh? -Nicko se paró-, ¿Eres tu Zan?
-¿Dónde estás?
-Sí, perdona -contestó Nicko-, no me he acostumbrado aún a tu telepatia.
-Grita para que podamos seguirte.
-¡¿Cómo?! -Preguntó Nicko-. Llevo todo el camino dirigiéndoos, creo que sois demasiado lentos -miró atrás-, no sé por dónde os habéis quedado.

El camino no daba más tregua, se desmoronaba y Zanguetsu intentó concentrarse con más intensidad, finalmente consiguió ver, sin estar seguro, la posición de Nicko.

-No hay tiempo, Niadel, por aquí -dijo Zanguetsu, emprendiendo la carrera.

"Quizás no nos caigamos, antes flotábamos", pensaba Niadel, pero corrió detrás de Zanguetsu, llegando al final del camino, donde comenzaba una escalera y en el escalón más alto, donde se encontraba Nicko.

-¡Corred! -Gritó Nicko-. ¡Por aquí!

Zanguetsu se sujetó de la mano de Nicko para subir más rápido, pero Niadel no tuvo la misma suerte, el escalón por el que subía se desmoronó, intentó agarrarse al siguiente, pero era demasiado tarde; esta vez no flotaba, caía en el vacío. Zanguetsu y Nicko tuvieron que salir de la escalera, llegando a una aparente tierra firme.

-¡Niadel! -Gritó Nicko-. ¡¡Niadel!!
-Déjalo -contestó Zanguetsu-, no puedes lanzarte, hay que encontrar una forma de bajar en su busca.
-¿No vamos ha hacer nada?
-Desde aquí no podemos -contestó Zanguetsu-, vamos.

Al girarse, sus plumas de fuego volvieron a brillar con más fuerza, poco más adelante, sentado en el suelo, había alguien, corriendo se acercaron.

-¿Quién es? -Preguntó Nicko mirándole-, ¡Ey, estás aquí!
-¿Tu por aquí? -Preguntó Zanguetsu, pero no contestaba.

Mientras tanto, Niadel abrió los ojos depués de la caida, por suerte, se encontraba nuevamente flotando, esta vez sobre el agua de un lago subterráneo, dentro de una cueva que no parecía ser la misma por la que atravesaron la puerta. "¿Dónde hemos estado?" Se preguntó saliendo del agua.

Nada parecía ser creíble para los tres amigos, aturdidos y separados, buscaban la respuesta, aunque de momento solo pudieran intentar reagruparse.

No comments:

:::
Counter